El primer jugador roba la carta superior del mazo, coloca su ficha en la casilla central cuyo borde coincida con el color de la carta y descarta a la pila de descarte. Después, en su turno, cada jugador roba una carta, coloca una ficha en una casilla disponible conectada ortogonal o diagonal al resto de las fichas y que tenga el color del borde de su carta y la descarta a la pila de descarte. Si no hay casilla que cumpla color y conexión, pierde su turno y se descarta. Capturas: Si al colocar una ficha encierras una línea de fichas rivales contiguas entre la ficha recién jugada y la siguiente ficha tuya inmediata en esa misma línea recta (horizontal, vertical o diagonal), capturas todas las fichas intermedias. Retíralas, devuélvelas a sus propietarios y sustitúyelas por fichas de tu color. Las capturas pueden darse en varias direcciones y deben resolverse en ese turno; de lo contrario, se pierde la oportunidad. Una jugada que exija más fichas de las que te quedan no es válida.