Durante su turno, cada jugador debe colocar una carta que sea igual o mayor que la carta superior del montón de descarte. Al finalizar su turno, debe robar cartas del mazo hasta tener nuevamente 3 en la mano. Si no puede jugar, debe recoger toda la pila de descarte y se le asigna una carta de agua o lluvia (o pájaro), las cuales se usan para vaciar el montón y retirar las cartas de la partida. Una vez que se agota el mazo, los jugadores continúan jugando con sus cartas visibles, una por turno. Finalmente, juegan sus cartas ocultas al azar, sin verlas previamente.